El dolor femoropatelar, conocido como rodilla del corredor, es una molestia frecuente en deportistas aficionados y personas mayores. Comprender sus causas y factores de riesgo es esencial para abordarlo correctamente. Este artículo explica qué es esta lesión y propone un plan de fortalecimiento de glúteo y cuádriceps para mejorar la función y prevenir recaídas.
Qué Es El Dolor Femoropatelar
El dolor femoropatelar se refiere a molestias en la zona anterior de la rodilla, alrededor de la rótula. Es común en corredores y se relaciona con una sobrecarga o desequilibrio en la articulación femoropatelar, que puede generar inflamación y dolor.
Factores De Riesgo
Entre los factores que aumentan la probabilidad de desarrollar esta lesión destacan:
Los siguientes factores aumentan la probabilidad de desarrollar esta lesión:
- Desequilibrios musculares, especialmente debilidad en glúteos y cuádriceps.
- Alteraciones biomecánicas, como una mala alineación de la rodilla o pie plano.
- Incremento brusco del volumen o intensidad del entrenamiento.
- Superficies duras o irregulares para correr.
Plan De Fortalecimiento De Glúteo Y Cuádriceps
Fortalecer estos grupos musculares es clave para mejorar la estabilidad y función de la rodilla.
Algunas recomendaciones incluyen:
- Ejercicios de glúteo medio: Abducción de cadera lateral con banda elástica para mejorar la estabilidad lateral.
- Sentadillas controladas: Para fortalecer el cuádriceps y glúteos, manteniendo una buena técnica.
- Elevaciones de pierna en decúbito lateral: Para trabajar el glúteo medio y menor.
- Extensiones de rodilla con resistencia: Para fortalecer el cuádriceps sin sobrecargar la articulación.
Incorporar estos ejercicios de forma progresiva y supervisada ayuda a reducir el dolor y prevenir futuras lesiones.
En caso de dolor persistente, la fisioterapia ofrece un abordaje personalizado que combina técnicas manuales, ejercicios terapéuticos y educación postural para una recuperación activa y segura.
La rodilla del corredor, o dolor femoropatelar, es una lesión común que puede limitar la práctica deportiva y afectar la calidad de vida, especialmente en deportistas aficionados y personas mayores. Identificar los factores de riesgo y aplicar un plan de fortalecimiento específico para glúteo y cuádriceps es fundamental para mejorar la estabilidad de la rodilla y reducir el dolor.
Además, la fisioterapia juega un papel esencial en el tratamiento, ofreciendo un enfoque personalizado que combina técnicas manuales y ejercicios funcionales para recuperar la movilidad y prevenir recaídas. Mantener una actitud activa y consciente hacia el cuidado de la rodilla facilita una práctica deportiva saludable y duradera.